Si criticas algo es porque te importa. También la democracia. Es peor la indiferencia hacia el objeto en cuestión. A partir de esto, desde mi absoluta ignorancia en todo lo que tiene que ver con el patriotismo, sigo pensando que es más patriota pagar los impuestos sin chanchullos ni andorradas que llevar mascarillas con la bandera española. Y dejarse de Paquiros y Frascuelos.
Hay quien defiende que cada uno puede emigrar donde quiera, que se hizo toda la vida. Uno emigra para ganarse la vida. Entonces lo de las vallas y todo eso fuera! Genial! Alguien como yo que defiende eso de «sin fronteras, sin banderas» está mil por cien de acuerdo. Pero, falsos matices aparte, si alguien «emigra» a Andorra ya sabemos para qué es. Yo no lo valoro a nivel moral, simplemente digo que no me parece muy patriota, aunque luego duerma envuelto en una bandera de España y le parezca muy mal que se critique cualquier institución de nuestro bienamado país. La coherencia es algo que yo valoro mucho en la vida (en las personas, con las que tengo más tolerancia y, sobre todo, en las organizaciones de cualquier tipo).
Mi frase de arriba sobre la indiferencia sale de que creo que, en realidad, a esta gente España se la sopla y simplemente, como le va bien, pues mierda para el resto. Lo mismo aplica para quien «hace emigrar» sus ahorros a Suiza o hace (o más bien paga para que le hagan) ingeniería financiera (a veces legal y otras no tanto, como a veces se demuestra años después si hay suerte). Si es que al final las leyes dejan vacíos que sólo los más hábiles y mejor pagados pueden sortear.
Vamos, que quienes hacen esos chanchullos y andorradas para ahorrarse unas perras en impuestos de las muchas que ganan, pues no me parecen a mí nada patriotas. Aunque luego salgan a protestar muy ufanos con banderitas de España, enfadados porque en Cataluña (y en Euskadi, y en Galicia…) hay una pandilla de indeseables que quieren romper España. España se rompe por insolidaridad (entre personas y entre territorios), por el aumento de la desigualdad y porque demasiada gente no tienen cubiertos los servicios básicos y vive con miedo. No el miedo ese de las películas. Es un miedo de esos que echan raíces en el estómago, como una espada de Damocles en su vida. Encima, ese miedo de las personas luego lo usan unos pocos (no muchos, en realidad) ricachones elitistas y rancios que quieren ser aun más ricachones para volver a pobres contra pobres.
Pero claro, es que el concepto de nacionalidad varía entre quienes lo vemos como un sistema de apoyo mútuo solidario basado en cercanía geográfica (y tal vez incluso ciertos lazos históricos-culturales), o sea, poniendo en el centro los cuidados y el sostenimiento de la vida, y quienes lo ven desde un punto de vista agresivo-militarista (que incluye toda la parafernalia de banderas, himnos, carreras armamentísticas, vallas para protegernos de los zombies y demás). En resumen, aquí se enfrenta la visión de quienes creen que en el mundo se sobrevive golpeando primero y quienes creemos que se sobrevive cooperando y cuidándose. Y no, no son visiones compatibles.
ACTUALIZACIÓN 11-02-21
Hay quien opina que un país es un sentimiento, que lo de los impuestos ya es algo «prosaico» (?!). Lo de sentir los colores es un tema de fútbol, el patriotismo para mí es otra cosa que pasa por lo que une realmente a un país, y ese algo tengo claro que no es un trapo. Al final, se le puede dar al tema todas las vueltas que se quiera, pero todo se reduce a «quiero compartir ganancias y riesgos con la gente de mi país» o «quiero que mi país lo sea solo porque hay una bandera, un rey y un territorio históricamente común, pero lo mío pa mí y virgencita que me quede como estoy».