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‘Saliendo de A Cova (viajes)’ Category

  1. >Santillana del Mar…

    julio 2, 2010 by sergio

    >… que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Pero es preciosa.

    Además de la villa en si, sus calles y plazas para deambular, y sus edificios simplemente para contemplar, llama la atención el museo de la tortura (uno se sorprende de la capacidad del ser humano para idear suplicios), y también el zoológico (para quien le gusten esos sitios…).


  2. >EL SUEÑO DE LA LUZ…

    mayo 27, 2010 by sergio

    >… está en la catedral de León. Y ver las vidrieras desde dentro por la noche (con dinámica de los pilares y los contrafuertes incluida para entender como se sostiene todo) es una experiencia más que recomendable. La prueba es que hay que llamar con bastante antelación para hacer la reserva.
    Hay un momento, cuando apagan todas las luces de la catedral, en que contienes la respiración y te sientes muy pequeño…


  3. UNHA DE NUBES E SOLPORES…

    abril 6, 2010 by sergio

    >

    Unhas nubeciñas no volcán Concepción, en Nicaragua

    Estas son as que se veían dende outro volcán nicaragüense, o Mombacho

    Praia de Poneloya, máis Nicaragua

    Máis da praia de Poneloya, no Pacífico

    Saltamos a Santiago de Compostela

    Praia en Zanzíbar

    O mar das nubes desde Esgos, Ourense

    E seguimos en Galicia, en O Pino (A Coruña)

    Solpor sobre o cabo de Fisterra

    …non tan distinto a este no Lago Apanás, ao norte de Nicaragua

    E rematamos en Camiña (Portugal), mirando cara o Atlántico…

  4. AMSTERDAM, DIOS HIZO EL MUNDO Y LOS HOLANDESES HICIERON HOLANDA

    marzo 6, 2010 by sergio

    Tenía ganas de conocer Amsterdam, la puerta de Holanda (aunque sea Rotterdam su puerto más importante, de hecho es el más importante de Europa). Uno se hace aquí la idea de donde viene ese dicho de “Dios creó el mundo, excepto Holanda, que la crearon los holandeses”. Estar en un dique y mirar el mar, para luego mirar hacia tierra y ver que está uno o dos metros por debajo, causa en los extranjeros una extraña sensación de “incomodidad”. Por no hablar de las casas, la estación de tren, restaurantes, etc. construidos sobre pilares sobre el agua…

    El vuelo fue desde Porto, que está quitando protagonismo a los fragmentados y poco eficientes aeropuertos gallegos (poco competitivos y sobre todo horriblemente comunicados con transporte público con sus ciudades respectivas), a Eindovhen (aunque parece que desde Abril habrá vuelos directos desde A Coruña). Muy cómodo el tomar el bus urbano desde el aeropuerto hasta la estación de tren de Eindovhen y desde ahí un tren a Amsterdam (incluso llegando a las 21:30 se hace sin problemas, hay trenes hasta muy tarde, aquí se ven los horarios, buses urbanos suele haber hasta las 12, pero hay también nocturnos, aunque con unas rutas distintas). Se tarda menos y es más barato que con los autobuses privados que salen desde el propio aeropuerto de Eindovhen (van por autovía con bastante tráfico y además paran en Utrech, y con muy pocos horarios). Es importante, si se va varios días o se viaja en grupo, pillar los bonos de varios viajes (15 o 45) en el kiosko del propio aeropuerto de Eindovhen o cualquier kiosko que veais en el país, que sirven para todos los autobuses urbanos y tranvías del país (y aquí seguiremos con los localismos de tarjetas que sólo sirven para buses de Coruña, o de Santiago…).

    El Hostal fue el Slotania. Barato, con buen desayuno incluido, aunque en las afueras (20 minutos de bus desde el centro hasta la puerta del Hostal, aunque bien comunicado con una línea de bus que te deja en la puerta). Hay que reservar y decir la hora de llegada lo más precisa posible.

    Y al día siguiente a las 11 estábamos al lado de la oficina de turismo, junto a la estación central, para participar en el tour gratuito de 3 horas que organiza la agencia Newasterdam (con una filosofía interesante basada en el concepto de servicio básico: nadie debería quedarse sin una visita guiada básica en Amsterdam, y que pague lo que pueda). Y así pudimos conocer el centro de Amsterdam, no muy grande, ideal para conocer caminando, pero que puede resultar laberíntico al principio, con sus canales y sus casas tan parecidas.
    Desde Plaza Damm, hacia la zona del barrio Rojo, con iglesia incluida para poderse confesar tras las “expediciones” en los burdeles de la zona, viendo el entramado urbanístico pensado para y por el comercio. Hasta las casas con sus fachadas inclinadas hacia adelante todas con un enganche para izar las mercancías al segundo piso, a salvo de humedades y evitando las estrechas y empinadas escaleras interiores (construidas así por la estrechez de las fachadas, ya que se pagaba impuestos según la anchura de las mismas, lo que motiva las originales casas con la anchura de una puerta…).

    Tras comer algo en un bar típico cercano a la casa de Ana Frank (había una cola de gente para entrar bastante grande), donde acabó este primer tour, tocaba callejear, hasta que llegara la hora del tour (este pagando 8 euritos) por el Barrio Rojo, donde nos contaban como estaba el tema organizado. Estaba interesado en ver el funcionamiento de la “prostitución controlada” en un país como Holanda, donde el lema vive y deja vivir lo llevan a rajatabla, así como lo de “tu libertad acaba donde empieza la de los demás”. El barrio rojo está lleno de “escaparates” donde las trabajadoras se exhiben. Pagan por ellos unos 150 euros cada 8 horas a las “agencias” que las alquilan (5 ó 6). Los servicios son a 70 o más euros por 15 minutos, todo bajo unas condiciones de extremada higiene (con revisiones periódicas mínimo cada 15 días, preservativo y todo tipo de protecciones que llaman la atención). Además las prostitutas cotizan como autónomos, y por supuesto, tienen todos los derechos de cualquier trabajador. Se trata, pues, de una profesión poco recomendable, pero nada que ver con las condiciones de explotación, humillaciones, inestabilidad y marginalidad que se dan en otros sitios del mundo.

    Dar una vuelta en barquito por los canales merece mucho la pena, hay varias empresas con las que se puede hacer. Eso lo hicimos al día siguiente, donde comimos en el restaurante Manolo, «español», donde te cobrarán un pastón por un agua…

    Edam es un pueblo que está muy cerquita de Amsterdam, y se puede pillar el bus al lado de la estación central de tren. Seguro que os suenan sus deliciosos quesos… (además los hay de distintos y originales tipos, de pesto, de perejil, etc.) También se puede ver algún molinito de viento de los típicos en la ruta que hay entre Edam y Volendam.

    Luego estuvo el Museo Van Gogh (y otros muchos a los que no me dio el tiempo para ir, de los que destaca el Rijksmuseum), el mercado de las pulgas (típico mercadillo de segunda mano), bicicletas por doquier… Me llamó la atención también las casas hechas con contenedores de transporte marítimo (hay hasta residencias universitarias hechas con ellos), como muestra del afán reutilizador de los holandeses.

    En fin, una visita altamente recomendable, incluso merece la pena la huella ecológica que se genere por volar a Amsterdam por el subidón que da el ver el uso masivo de la bicicleta y su promoción en una gran ciudad (yes, we can!).

    Estación central de Amsterdam, sobre pilares de madera que estuvieron siendo sustituidos por hormigón recientemente.
     Uno de los puentes de Edam sobre el canal.
    Amsterdam by night (las banderas arco-iris eran un motivo muy repetido en las calles)
    Canal en el Barrio Rojo
    Los barcos-casa, aprovechando el espacio…
    Desde el barquito se pueden ver imágenes interesantes de la ciudad, otra perspectiva. Aquí el aparcamiento de bicicletas ¡de tres pisos!
    Vista desde el barquito, con restaurante japonés incluido, y la Iglesia de San Nicolás, la principal iglesia católica de la ciudad.
     Árbol en el mercado de segunda mano, ni idea de donde vendrá la tradición de los peluches…
    Centro NeMO (National Center for Sience and Technology)
     Desde un puente en el barrio rojo…
     Típica estampa, con bicicletas por doquier
     Detalle de barrio rojo, con los «escaparates» y sus luces al fondo
     
    Más vale prevenir…
    Molino en el camino de Edam
    La cultura okupa, muy presente en la ciudad, que es incluso promovida a nivel institucional, y llega a haber empresas que «exploran» casas susceptibles de ser okupadas…
     
    Casas en el puerto a base de contenedores de barcos

  5. >CRÓNICAS DE BREIZH, 7.

    febrero 10, 2010 by sergio

    >La visita a Quiberon, entrando en el brazo de tierra que lo comunica con la costa también merece la pena (aquí hubo intentos de desembarco por parte de los simpantizantes monárquicos contra los revolucionarios franceses a finales del siglo XVIII). En Auray, enclave estratégico a orillas de un río (ya desde el siglo XIV, donde tuvo lugar la batalla de Auray) estaban celebrando unas originales justas acuáticas (mejor ved el vídeo, es difícil describir con palabras), y luego pasamos por tres pueblos a cual más bonito (todos ellos Petite Cité de Caracter): Josselin, con su castillo impresionante; Malestroit, precioso, al borde del canal Nantes-Brest; por último, al atardecer, Rochefort en Terre, ideal para callejear y descubrir sorprendentes rincones a la luz de focos colocados por un artista creando senderos luminosos. Unos crépès con sidra sirvieron para completar el día y despedirse de esta tierra (aunque se come bien, me quedo con Galicia…).

    Un buen consejo, si es que se va con idea de gastar poco dinero, es alojarse en los camping municipales, muy decentes y bastante baratos (menos de 10 euros por persona, aunque siempre sale mejor ir varias personas). La acogida es hasta las 20:30. Los camping privados son bastante más caros (están bien si se va con niños), y además están las chambres d’hôtes, que son como casas de huéspedes, algunas de ellas con mucho encanto (casi tipo casa rural), y no suelen ser demasiado caras (aunque sí más que los camping). Además, si algunos días se compra comida en algún supermercado o tienda, el ahorro es mucho mayor (los supermercados Netto o Les Mousquetaires son los más baratos). En cuanto a la gasolina, si viajais con vehículo privado, siempre que sea posible tratad de repostar en supermercados, donde la diferencia puede ser muy grande respecto a las estaciones de servicio.Por otro lado en esta zona hay muchas autovías, donde no hay que pagar peaje (aunque las carreteritas tienen más encanto), y en cada pequeña ciudad hay bastantes baños públicos (al contrario que en España) e información turística amplia sobre toda la región.

    Con todo esto, no es extraño que esta zona sea destino de artistas de todas clases que dan vida a la mayoría de los pueblos.  

    ¿Que si es parecido a Galicia? Es posible que algo del paisaje y el clima sí, y también su cultura rural y de pesca, con el aura celta presidiendo todo. Y ahí se acaba el parecido. Los estuarios, casas de piedra, picudos campanarios en cada pueblecito y muchas muchas flores, además de ocasionales cruceiros de piedra, y ocasionales atisbos de reafirmación de lo bretón, son la señal de identidad de esta zona, de un tamaño similar a Galicia, pero bastante más homogénea en paisaje, paisaje que está mucho más cuidado, ordenado y orientado hacia el turismo sin abandonar la producción agroindustrial. En resumen, un lugar de donde Galicia podría aprender mucho como modelo de desarrollo, pero no de conservación de la cultura autóctona… (Francia ha sido si cabe más centralista con las culturas que conforman el estado francés que España, y el rodillo francés ha sido bastante más devastador con esas culturas que el que se ha dado en España, a pesar de sus católicas majestades).

    Josselin y su castillo

    Malestroit, a orillas del canal

    Plaza en Malestroit 
     
    Rochefort en Terre, plaza típica

    Rochefort en Terre de noche, oficina de turismo

    El crucero de la plaza, ahora de noche 


  6. >CRÓNICAS DE BREIZH, 6.

    enero 25, 2010 by sergio

    >Séptimo día. Hasta hoy, la lluvia prácticamente sólo había hecho acto de presencia por las noches (cuando la tienda de campaña nos protegía). Pero al llegar a Concarneau llovía tanto que ni apetecía salir del coche… Cuando nos decidimos, mereció la pena, porque fue para entrar en la zona fortificada de la ciudad, llena de rincones curiosos (como la puerta donde sacaban a los presos a la barca para llevárselos, o la travesía marítima más pequeña del mundo, desde la ciudad fortificada a una parte del puerto), y también las inevitables tiendas de recuerdos.

    El mediodía y la tarde las pasamos en Lorient, muy conocida por el Festival Intercéltico que “casualmente” había empezado el día anterior. Este año (y esto sí fue verdadera casualidad), estaba dedicado a Galicia. Las actuaciones son caras (y al ser los platos fuertes artistas gallegos ya los habíamos visto casi todos), pero lo que más me gustó es el ambientillo en la zona del festival, con puestos de infinidad de cosas que tengan que ver (aunque sea de lejos), con la cultura y el mundillo más o menos mercantilizado sobre temática celta. Trisqueles por doquier, gaiteiros y grupos espontáneos aquí y allá. Simplemente pasear por la zona del festival era un placer, viendo las carpas de los distintos países celtas (la de Galicia era el más grande, promoviendo el Xacobeo 2010 y los productos de Galicia Calidade, todo lo que sea ayudar a superar la crisis en la región que más va a tardar en superarla del país de la OCDE que más va a tardar en superarla, bienvenido sea…). Decidimos coleccionar folletos de los distintos idiomas propios de los países celtas, todos en peligro de desaparición víctimas de la uniformización cultural a la que fueron sometidos por los descendientes de francos, sajones y visigodos respectivamente. El gallego debe ser el que goza de mayor salud, con eso os lo digo todo…

    Ya anocheciendo llegamos a Vannes, una preciosa ciudad (de día y de noche) en cuyo camping municipal decidimos quedarnos un par de noches para poder disfrutar de los alrededores tranquilamente al día siguiente.

    Y llegó nuestro octavo y último día en Bretaña. Desde Vannes es obligatoria la visita a Carnac, y ver en directo las alineaciones de menhires que estudiábamos en el cole y poder entrar en un cairn bien conservado por un euro (aunque el entorno está bien, queda algo desdibujado por una enorme depósito de agua elevado que hay cerca).

    Vannes de noche
    … y más Vannes
    Alineaciones de Carnac
    Cairn en Carnac

  7. >CRÓNICAS DE BREIZH, 5.

    enero 17, 2010 by sergio

    >El quinto día tiramos por la costa desde Brest hacia el norte, primero por la Conquet y la punta de St Mathieu, y la zona del faro de Kernarvan. También pasamos por St Renan, unos kilómetros tierra adentro, una pequeña villa con mucho movimiento cultural. Cerca está el menhir de Kerloas, el más alto de Francia con sus 9 metros, en medio de unas huertas, donde habíamos ido antes de llegar a St Renan. Ahí las parejas deben frotar sus vientres contra unos salientes a ambos lados del menhir, por diferentes motivos según su sexo…
    Volviendo hacia la costa nos paramos en las dunas de Ploudalmezeau, para comer entre los árboles que luchan contra el avance de la arena. También es aconsejable pasar por Lilia y ver el Faro de la Virgen, que con sus 82,5 metros es el más alto de Europa, y el más alto del mundo hecho en piedra.
    Luego continuamos por la costa hasta la zona de Kerlouan, donde es imprescindible ver el “site clasée” de Meneham, un auténtico museo etnográfico al natural, en un pueblo de pescadores y agricultores protegido del mar por unas enormes formaciones graníticas, y donde ahora los artistas locales exponen sus creaciones, y se pueden ver las casas tal como eran hace 50 años.
    Toda la zona tiene mehires y dólmenes por aquí y por allá, y cada pueblecito tiene lugares con encanto (como la plaza de Plouescat). Aun hubo tiempo para dos platos fuertes, la villa de Roscoff, y St Pol de Léon, ambas muy próximas (esta última impresionante de noche), antes de volver al camping por la autovía hacia Brest.

    El sexto día, tras pasar nuestra segunda y última noche en Relecq, continuamos hacia el sur, hacia la península (presqu’île) de Crozon, donde hay que ver la Tour Vauban, y la pointe de Pen-Hir, con les Tas des Pois y la costa de la pointe de Dinan y su arco de piedra. Fuimos bordeando la Baie de Douarnenez para entrar ya en la región de Cornouaille, parando en Locronan (imprescindible), pasando por Douarnenez y deleitándonos con la costa de la Reserve du Cap Sizun. La famosa Pointe du Raz, quedó bautizada como “la estafa de Francia”, ya que sólo aparcar costaba 6 euros (eso sí, daba derecho a entrar todo el año, pero para 1 hora como que no compensaba…), a no ser que estuvieras sólo 10 minutos, lo cual apenas te llegaba para atravesar desde el aparcamiento la zona del mercadillo (vaya negociete que tenían ahí) simplemente para ver el mar y un farito al que se podía llegar con una rutilla (que por supuesto en 10 minutos no podías hacer).
    Al atardecer llegamos a Quimper, donde nos quedamos en el camping municipal (como no). Impresionante la cantidad de pasarelas llenas de flores sobre el río (parece ser que eran antiguas entradas particulares desde la zona “popular” de la ciudad hacia las casas señoriales del otro lado del río). Como el resto de las villas de Bretaña, merece la pena verlo por el día y por la noche (y aquí tuvimos festival de jazz callejero incluido, que animaba hasta bastante tarde las zonas de marcha).

    Punta de St Mathieu, precioso lugar para pasear (y realmente la punta más al oeste de Francia)

    El menhir de Kerloas

    Saint Rennan
     Dunas de Ploudalmezeau
     
    Fare de la Vierge

    St Pol de Leon, catedral

    Costa de la Península de Creuzon

    Plaza principal de Locronan

    Impresionante, reserva del Cap Sizun

    Quimper de día…

    …y de noche
    Enlaces relacionados:

    Crónicas de Breizh, 1.
    Crónicas de Breizh, 2.
    Crónicas de Breizh, 3.
    Crónicas de Breizh, 4.
    Crónicas de Breizh, 5.
    Crónicas de Breizh, 6.
    Crónicas de Breizh, 7.
     


  8. LEMBRANZAS. ERASMUS EN ALEMANIA

    enero 6, 2010 by sergio

    >Da miña estancia de Erasmus no 2001(a verdade é que no meu caso conseguiron o que querían os promotores deste programa, un pro-europeismo sen fronteiras, aínda que se lles foi un pouco a mao e lograron que esa abolición de fronteiras a queira a nivel mundial) lémbrome sobre todo da natureza e os preciosos lagos… (en serio, jejeje). A fixen en Neubrandenburg, unha pequena vila do estado federal de

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    –>
    Mecklenburg-Vorpommern, que se atopa na esquina noreste do país, lindando co mar Báltico e Polonia. E lembrando o 20 aniversario da caída do muro, é un bo momento para renderlle unha pequena homenaxe a este paraíso da antiga república «democrática» alemana e aos meus amigos «ossis«, aínda que sexa para denunciar dende aquí as amenazas de privatización dos seus lagos, que a xente de BUND Freunde der Erde (Amigos da Terra Alemania) están combatendo. Isto non é máis que unha volta de torca da «vaga occidentalizadora» que se abateu sobre a DDR tra-la caida do muro.
    Imaxinade un lugar onde (case)ninguén ten cartos, xa que todo o que necesitan llelo proporciona o estado (ou esa é a teoría). Imaxinade que de súpeto ese lugar queda integrado no paraíso do libre mercado, onde a propiedade privada de pronto é o motor. Quen pode comprar? Claro, quen ten diñeiro. A pesar de cesións de terras e dereitos, as mellores terras, as mellores casas na zona turística da costa, etc. etc. quedaron con elas os que tiñan cartos no réximen comunista (por suposto que os había), e tamén a xente pudiente de Alemaña do Oeste, así como as empresas, que atoparon aquí un territorio virxe. En Neubrandenburg, con 80.000 habitantes, había 2 McDonalds, cando en Lugo, cos mesmos habitantes (e tamén cunha muralla, so que a de NB era medieval) non había nin un (nin falta que facía).

     

    A cidade parece máis pequena do que é, con casas baixas, moitas árbores e un gran lago con restos de illas no medio. Dis que  na época comunista as empregaron como obxetivo en probas de submarinos e bombas térmicas. Agora parecen pequenas Nessies que sacan a súa xoroba por enriba do auga para que a xente se asuste e grite dende a beira. Pero moitos submarinistas pagaron caro o seus intentos de coñecer de perto a estas víctimas da  industria militar, xa que por debaixo, onde no se ven, hai zonas con extrañas correntes e ocos que fan desaparecer aos confiados. Agora resulta unha paisaxe tranquila. Resulta difícil imaxinar este lugar como centro de creación de ferramientas para matar (tamén había unha fábrica de tanques na beira do lago, hoxe abandonada en gran medida, ou reciclada en outras empresas e mesmo centros sociais). Por se fora pouco, se se pensa que a non moitos Kilómetros está o lugar onde se fabricaban, e tamén o lugar dende o que disparaban, as famosas V2 (lugar estratéxico dende onde se alcanzaba Inglaterra, pero ao que non alcanzaban os ataques aliados), e que aínda máis perto hai un precioso bosque onde non hai tanto que se buscaban fosas comúns de xente desaparecida no réxime comunista, e cun campo de concentración ao lado que as xentes do lugar nin coñecían (seguro que era «o sitio prohibido» co que seguramente as nais asustaban aos nenos, e ao que seguramente os chicos ían para demostrar o seu valor), dase un conta que neste lugar a historia non pasou igual que noutros sitios. Creo que é por iso polo que a xente era un pouco arisca no primeiro momento, afeita a ter moito coidado co que se di (aínda se nota iso en España, sobre todo entre as persoas de certa idade) e polo tanto a dicir pouco, aínda que o sentido do humor era extrañamente parecido a do rural galego (e tamén o notei no norte de Nicaragua, será que hai un «humor rural retranqueiro mundial»?). 

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    Outra cousa que me chamou a atención aquí foi a cantidade de bicicletas que había, e como as usaba todo tipo de xente, sin importar sexo, edade nin clase social. As veces bromeaba dicindo que nesta cidade hai máis carriles-bici que aceiras.

    Lago Tollense, ribeira de Neubrandenburg
    Vista de Neubrandenburg dende o «rañaceo» no centro da cidade (no último piso había un restaurante con moitas lámparas que se movían acompañando ao propio edificio…). Edificios típicos do comunismo (foi bombardeado o centro histórico na II Guerra Mundial), cunha das portas da muralla de estilo gótico que se pode ver á dereita da foto)
     
    Muralla con casas sobre ela e os amplos paseos ao redor

    Igrexa típica da zona con ladrillo vermello (a torre neste caso e de madeira, o cal non é tan común). A maioría das igrexas de Neubrandenburg tiñan usos non relixiosos, como o auditorio na antiga catedral, un orixinal cine nunha das igrexas, ou unha capela para facer bodas civís (no comunismo a práctica comunitaria da relixión non «se estilaba»…, e agora sobre todo os protestantes tratan de recuperar o tempo perdido)

    Ao lado do lago a práctica de canoa en todas sus variantes é moi habitual, de feito hai un par de campións olímpicos nestas disciplinas que son de aquí. Aquí se ven os «garaxes» das barquiñas (nunca remara antes, e nunca o volvín facer despois de destrozar as maos pelexando contra un vento endemoniado que se levantou e pensei que non dábamos volto para a beira)
    Faias por doquier, neste caso en outono ao lado do lago.

    Isto é en primaveira…

    …e isto no inverno
    Paisaxe típico de primaveira coa colza e ao fondo un laguiño deses que pode ser que se privatice…
    Típica praia do Mar do Norte cos rompeolas

    «Bonitos» apartamentos adosados para as vacacións na época nazi. Edificio paralelo á praia, o maior mazacote de formigón que vin na miña vida, ate onde se perde a vista… Agora o empregan partes como centros culturais, museos…, non sei que farán co que lles sobra de espazo, que debe ser moito
    Nesta zona os camiños e estradas soen ser tipo «allée», con árbores a ambos lados que fan un efecto precioso. Tamén había quen lles botaba a culpa de aumentar o risco de morte nos accidentes onde a xente sae da estrada, e quería talar todas as allees.
    Schwerin, capital do estado de Mecklenburg-Vorpommern (a cidade máis grande é Rostock). Este é un extraño palacio que mezcla moitos estilos, cuns xardíns preciosos.
    Berlín, o Sony Center, exemplo de colonización de espazos céntricos polas grandes multinacionais e as constructoras. Para ben e para mal, quen quera aprender de urbanismo, Berlín e a súa cidade.

     


  9. CRÓNICAS DE BREIZH, 4.

    enero 2, 2010 by sergio

    >El cuarto día vimos la costa de granito rosa, desde Perros-Guirec a Trebeurden para luego al atardecer ir por autovía a Brest.

    En Plounarch hay una vista de la playa y un castillo en una de las islas que merece mucho la pena. También está por esa zona la Isla Grande, zona vacacional. Lannion tiene también cierto interés, pero ya nos dirigimos a Brest, ya en el Departamenteo de Finistère, para establecer las base para dos noches más (y con gran acierto, porque se puso a llover a cántaros). Llegamos a la tarde y dimos un paseo, pero no nos llamó demasiado la atención, ya que fue una ciudad muy castigada por la guerra mundial, y lo que llama la atención es su base naval y el castillo. Tampoco tiene camping municipal, pero en la carretera saliendo de la ciudad hacia el sur, en Le Relecq-Kerhuon, había uno muy cuco donde nos quedamos esa noche y otra más. Aun hubo tiempo de acercarse a Daoulas a ver su mercado de tarde de “produits du terroir” (deliciosa sidra de la zona, hortalizas, fresas, crépès y licores varios…, incluso cerveza de la zona), y a Plougastel, a ver su calvario (es como los cruceiros gallegos, pero más elaborados, se dice que se hacían cuando una gran peste o problema se cernía sobre una zona para atraer la bondad del cielo, en este caso el mal debía ser muy muy grande, ya que es de los más sobrecargados y elaborados de Francia).

    Acantilados de granito rosa

    Plounarch
    Lannion, con sus escaleras hacia la iglesias de Brelevenez y cruceiro en primer plano

    Calvario de Plouegastel

    Enlaces relacionados:

    Crónicas de Breizh, 1.
    Crónicas de Breizh, 2.
    Crónicas de Breizh, 3.
    Crónicas de Breizh, 4.
    Crónicas de Breizh, 5.
    Crónicas de Breizh, 6.
    Crónicas de Breizh, 7.


  10. >CRÓNICAS DE BREIZH, 3.

    diciembre 13, 2009 by sergio

    >

    El tercer día nos acercamos a Dinan, cerca de Saint-Malo, aunque ya en la Côte d’Armor, con sus preciosas murallas (merece mucho la pena), y luego fuimos por la espectacular costa desde Binic a Paimpol, pasando por Plouha, donde están los acantilados más altos de Bretagne (y si tienes suerte puedes encontrar el camino hacia alguna playita en la que darte un chapuzón, aunque eso sí, no esperes el agua del Mediterráneo…). Paimpol es una ciudad bonita, pero demasiado opulenta para mi gusto, al contrario que Tréguier, mucho más pequeña (declarada Petite Cité de Caracter, no os perdais las que tienen esa denominación), y encantadora. Desde Tréguier hasta Perros Guirec merece la pena ir por la costa, pero no espereis encontrar lugares baratos en Perros, lugar con grandes mansiones o “manoirs” (ni siquiera hay camping municipal, tuvimos que quedarnos en el municipio de al lado, Louannec).
    Las calles de Dinan…
     
    Acantilados en la zona de Plouha…
     
    …donde uno puede nadar si no necesita agua muy caliente…
     
     Treguier, interior de su catedral
     
     Treguier, la plaza de la catedral
    Vista desde el camping de Louannec hacia Perros-Guirec

    Enlaces relacionados:

    Crónicas de Breizh, 1.
    Crónicas de Breizh, 2.
    Crónicas de Breizh, 3.
    Crónicas de Breizh, 4.
    Crónicas de Breizh, 5.
    Crónicas de Breizh, 6.
    Crónicas de Breizh, 7.