No os preocupéis, solo son una «turba de radikales» quema-contenedores (al menos, es lo que sale en los medios, que lo que les gusta es «informar» sobre lo que más morbo da, aunque violentos sean solo un ínfimo porcentaje de quienes protestan). Estos radikales no tienen nada mejor que hacer que montar cristos porque meten a un tipo en la cárcel por cantar que los Borbones robaron, como al que juzgaron por cagarse en Dios. Lo siguiente será que te detengan por decir que España tiene déficits democráticos como la falta de separación de poderes o la manera de gobernar los servicios básicos (agua, luz…) para que se forren las empresas controladas por 4 amigotes y luego los ex-presidentes puedan entrar en las empresas correspondientes a forrarse también (ups, lo he dicho).
Para mí, la libertad de expresión es sagrada (sí, también la de los fachuskis) y, si se reprime, la tubería explota por otro lado. Promover la educación crítica o dejar de infantilizar a la población (aun tenemos jornada de reflexión en las elecciónes, es flipante) sería una buena base en la que apoyar una sociedad donde se avance hacia mayores grados de libertad de expresión. La violencia estatal (del tipo que sea, no solo la censura, también el deterioro de las condiciones de vida de grandes capas sociales mientras aumenta la desigualdad) genera protestas (y violencia) en las calles. Es de 1º de democracia. Cuando la gente está bien, prefiere quedarse en su casa tranquilamente, tomar algo con sus colegas, ir al cine…, así que algo debe haber podrido por ahí debajo que genera ese malestar. Eso es lo que habría que tratar de solucionar. Pero bueno, esto ya es de democracia avanzada, y aquí aun estamos en primero (y bajando).
Estoy de acuerdo, aún leí un artículo hace poco recordatorio de «El Gamonal» y ese «la violencia no soluciona nada». Pero hasta que se lió en El Gamonal y salió en los medios llevaban seis meses protestando de forma pacífica sin ningún avance. Y iepa, un par de contenedores quemados, primera plana en los medios y se paraliza un proyecto típico de capitalismo de amigotes. Es muy muy triste esto, pero es una realidad.