Aunque eché una buena temporada sin jugar al rol, he venido paliando «el mono» con algunos juegos de tablero o de cartas con los que también se puede pasar un buen rato y seguro que podéis encontrarlos cerca de donde estáis (en mi caso aquí aunque yo soy más probador que otra cosa, jeje). Otros cuentan mucho mejor que yo los detalles y sensaciones que se tienen al jugarlos:
– Colonos de Catan
– Aventureros al tren
– Juego de Tronos, basado en la serie de libros Canción de Hielo y Fuego (que además ya tiene serie propia, ¡y vaya serie!).
– Cleopatra y la sociedad de arquitectos
– Arkham Horror
– El Misterio de la Abadía
– comerciantes
– Shogun (no te engañes, no es el Risk…)
– Los Pilares de la Tierra (basado en el libro)
Hay alguno más de los que no me quedé con el nombre, uno bastante divertido y muy simple sobre unos criados de un mago con bastante mala leche que debían intentar evitar acercarse a él para que en sus arranques de mal humor no les hiciera conjuros que les perjudicara (y para eso tenían que intentar empujar al resto de los criados hacia su «peligroso» amo) y otro sin pena ni gloria sobre mercaderes en una próspera ciudad que debían construir casas. ¿Os suenan?
ACTUALIZACIÓN 19 DE JULIO: localizados, se trataba de Kragmortha y Utopía.
No puedo dejar de mencionar otros, estos ya de hace muuucho: Heroquest (mítico, mi puerta de entrada a estos mundos «frikis»), Cruzada Estelar (similar al anterior pero futurista, hasta llegué en tiempos a hacer un sistema para hacerlos compatibles y mezclar personajes de ambos, y por supuesto crear nuevos escenarios de cartón pintados con pilots y ceras, como ya había hecho con el Palé de folios unidos con celo con fichas de las calles escritas a máquina y el Hotel con edificios de TENTE y el Hostal de los Reyes Católicos como nuevo rey de los hoteles ¡creatividad al poder!), Necromunda y ya más reciente Descent. Estos son con figuritas, aunque no he llegado a meterme en los míticos Warhammer o el más reciente Infinity (demostrando así que en realidad no soy tan friki…).
De cartas:
– Magblast
– Ciudadelas
– Guillotine
– Magic (hubo un tiempo en que puso en peligro la supremacía del rol en nuestro grupo, pero la moda pasó y el rol sí permaneció…)
– Munchkin en sus múltiples variantes (medievales, superheróicas, futuristas, etc., que además se pueden mezclar y algunos consideran aburrido, pero yo me lo paso guays)
– La casa encantada (the haunting house)
¿Sabéis que suelo echar de menos en estos juegos? Que se promueve mucho más la competencia e individualismo (o por lo menos la búsqueda de fines no compatibles entre los participantes) que la colaboración y la creación de sinergias buscando un fin común. Los juegos de rol tradicionales son mucho más versátiles, y dependerá de la aventura y los deseos de los participantes, pero esa competancia o colaboración no vienen determinadas previamente por unas reglas. Incluso me he llegado a encontrar un juego de cartas de una ONG bastante conocida que pretendía dar a conocer a través del juego el concepto de comercio justo…¡y lo hacía mediante la competencia entre cooperativas de productores de Costa de Marfil que se hacían jugarretas bastante chungas! Por eso, el que más me gusta de todos los que he mencionado antes, sin duda, Arkham. Colaboración al 100% y aun así los malosos ganan demasiadas veces…