Peloteo cultural. Eso fue lo que me sugirió la película Planet 51 cuando la ví. Producida por varias televisiones españolas, con subvención estatal y financiado por el ICO, la película de cine más cara de la historia de España, con la excusa de una presumible vocación de «producto internacional», aparece plagada de guiños a una sociedad con la que no me identifico en absoluto (el «american way of life» vivido por alienígenas incluyendo por si fuera poco el astronauta americano que «mola mogollón» y que en realidad es rallante… creo que no soy el único que pide una serie del perro alien). Fichar al guionista de Shrek…, ¿es que no hay buenos guionistas en España? Claro, si lo que se quiere es reflejar la sociedad americana para que sean ellos quienes se sientan a gusto con la película, entonces quizás la estrategia era la adecuada, pero ni así salió bien.
Una pena la forma, porque el fondo y la idea clave de la invasión desde el otro punto de vista me había gustado (aunque al final no existe ese otro punto de vista…).