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Me encantan los sonidos de la noche de los «pueblos grandes» en Nicaragua, como Jinotega, donde vivo. Son como los de los pueblecitos pequeños en cualquier lugar (la aldea típica de los fines de semana o de las vacaciones), solo que hay una diferencia: no hay períodos de silencio. Siempre se oye en la lejanía y algunas veces también en las cercanías algún gallo despistado, perros que tienen algo que decirse o simplemente quieren ladrar, y otros sonidos que podríamos llamar «rumor nocturno» (donde los pasos de los caballos o vacas sueltos por la calle, o el ruido que hacen al arrancar hierbas y masticarlas están incluidos). En las raras ocasiones que me despierto en medio de la noche me gusta quedarme quieto en la cama y escucharlos. Probad, no pasará nunca más de un minuto sin que escucheis un ladrido…
>LOS SONIDOS NOCTURNOS DE LOS PUEBLOS GRANDES
22 septiembre, 2007 by sergio
Category Lo que se ve (y se grita) al abrir la ventana | Tags:
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