Estos días, con Rajoy y el rey reuniéndose con Clinton y quien sabe con quien más para «promover la marca España», esos perroflautas del 25S rodeando el Congreso y «dañando la imagen de España» y los no menos peligrosos catalanes con su secesionismo, he vuelto a pensar en eso de la marca España. Una marca debe activar imaginarios positivos para las personas, imaginarios que deben trabajarse conscientemente y a lo largo del tiempo. No me sirve el concepto de «marca España» para justificar que alguien con fondos públicos se reúna con peces gordos para promover que otros peces gordos amigos de «otros alguienes» hagan negocios internacionales y, por contra, cuando hay manifestaciones contra la clase política indecente se les culpe de «manchar» la marca España y se hable de que peligra la democracia porque se presiona a los diputados (increíble).
Me niego a aceptar que se haga tanta demagogia y se pretenda distraer la atención de que quien deteriora esa pretendida marca España (hasta hacerla vacía o, peor, frustrante incluso para los que no creemos en esas cosas de marcas y competencia entre países), son los que con sus políticas han logrado que seamos un país donde se regalan maletas a los mejores expedientes universitarios (eso ocurrió en Galicia), tengamos casi un 50% de paro juvenil y vayamos hacia los 6 millones de parados (¡parados, señores, no vagos!), seamos de los países más corruptos del mundo en muchos ámbitos (pero especialmente en temas de urbanismo y evasión de impuestos «permitida» sobre todo por las mayores empresas en paraísos fiscales, esas que luego son la «marca España») y, en fin, sintamos vergüenza por la manera de actuar de muchas de esas empresas «españolas» con la connivencia de quienes deberían regularlas (incluyendo en este paquete a bancos con su Banco de España). Y sí, señor Sebastián, son ustedes los que deberían apagar la música en medio de la fiesta, sobre todo si la fiesta es de 4 y el resto estamos más bien tirando a puteados…
Actualización 28/09/12
Y para muestra de lo que realmente está siendo la marca España (españistán, más bien):
Parece que tiene más que ver la mala imagen con los políticos y las reformas del gobierno que con las protestas, no?
[…] que es necesario cuidar, pero no como fin último de promoción de esta marca que encima está vacía, por mucho que a continuación se declare en la página 17 que la cooperación española tiene como […]