En ese momento tus palabras no eran nada
Me diste explicaciones sembradas de cristal
tras tanto tiempo de caricias de baja densidad
Sonidos que eran tan solo una neblina
para no afrontar la realidad
Las mariposas ya no te cosquillean
Ahora crisálidas son y yo no sé
si lo que de ellas saldrá aun me desea
Mis mariposas aun se mueven, perezosas
esperando tal vez un vuelco del azar
que repare la luz de tus ojos al mirarme
o que en indiferentes orugas las convierta sin más